El dogma de la Santísima Trinidad se formuló en el Concilio de Nicea en 325 d.C., y se basa en la enseñanza de Jesucristo y en la tradición de la Iglesia. Jesús mismo habló de la Santísima Trinidad en varias ocasiones, como en Mateo 28:19, donde nos llama a bautizar «en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo». También lo mencionó en Juan 14:26, 15:26 y 16:13-15.
La tradición de la Iglesia también nos enseña acerca de la Santísima Trinidad. Por ejemplo, en la Segunda Carta a los Corintios, Pablo escribe: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes» (2 Corintios 13:13). De estas enseñanzas, aprendemos que hay un solo Dios en tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una de estas Personas es totalmente Dios, pero son distintas entre sí.
Indice De Contenido
La Santísima Trinidad en la doctrina de la fe, El dogma de la Santísima Trinidad
El Dogma de la Santísima Trinidad
¿Cómo se creó la Santísima Trinidad?
La Santísima Trinidad se creó mediante el proceso de la Santísima Encarnación. Este proceso implicó la unión de los tres elementos esenciales de la naturaleza divina: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
¿Cómo se explica el dogma de la Santísima Trinidad?
El dogma de la Santísima Trinidad es una doctrina cristiana fundamental que afirma que hay un solo Dios en tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta doctrina se basa en las Escrituras y en la tradición de la Iglesia, y confiesa que Dios es tanto un misterio como una realidad. La Santísima Trinidad es uno de los dogmas más difíciles de comprender, pero es esencial para entender la naturaleza de Dios y su relación con nosotros.
¿Cómo nacen los dogmas?
Los dogmas son enseñanzas que la Iglesia Católica considera como necesarias para la salvación. Estas enseñanzas se basan en la Biblia y en la tradición de la Iglesia.